El pasado martes estuve en la presentación del libro de Antoni Gutiérrez-Rubí en el Ateneo Barcelonés:"Micropolítica. Ideas para cambiar la comunicación política."
El libro es una recopilación de cinco artículos sobre comunicación política que Antoni escribió para la revista de la Fundación Rafael Campalans desde el 2007 hasta el 2009.
Estas cinco ideas son cinco reflexiones sobre la nueva comunicación política que hay que llevar a la práctica.
Antoni comenzó la presentación explicando su relación con el Ateneo Barcelonès, una institución de la que es socio gracias al consejo del poeta Carles Duarte.
Explicó que en este libro hay ideas para cambiar la actual comunicación política.
Los dirigentes políticos actuales fallan en los detalles, fallan en el mundo micro, se ignora y se subestima este mundo... aunque los detalles son más decisivos de lo que parece a primera vista.
Hay que recordar en qué situación está el mundo político en nuestro país:
- El 70% de los catalanes responden con comentarios negativos cuando son preguntados por una respuesta espontánea a la palabra 'política'.
- Según el CIS los políticos son el tercer problema más importante para la ciudadanía, (en lugar de visualizarse como la solución a los problemas, los ciudadanos creen que los políticos son una causa de problemas).
- En sólo 4 años (de 2005 a 2009) el índice de satisfacción política que elabora el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat de Catalunya ha pasado de mostrar un nivel de casi el 60% de la sociedad insatisfecha con la política a un nivel superior al 80%.
Pero, ¿cómo podemos mejorar esta situación? mediante los detalles... en hacer lo que hay que hacer en el momento adecuado.
Y haciéndolo de forma coherente entre lo que se piensa, se dice y se hace.
O sea, comunicación política no es propaganda política.
Hay que aplicarse en los pequeños detalles para acercarse a la ciudadanía.
Como decía Felipe González: "El socialismo es ponerse en la piel de los ciudadanos".
Podemos sustituir 'socialismo' por 'política'.
Primera idea del libro: entender los sentimientos.
Pensamos lo que percibimos.
La política debe llegar al corazón, sin capacidad emocional no conseguiremos comunicar ni generar movimientos colectivos, consecuentemente, el discurso emocional es clave.
Segunda idea: hay que convertir la política en una experiencia.
A lo largo del tiempo los humanos recordamos las experiencias vitales, como nos sentimos tal día, que percibimos, qué placer sentimos, qué odio nos generó, miedo, etc.
De hecho, recordar viene de corazón, de sentimientos...
Hay que generar experiencias en el ámbito político que posibiliten que el ciudadano se sienta partícipe, fomentar la ruptura que existe actualmente entre la clase política y el resto de la sociedad.
Sin experiencias vitales no hay recuerdos.
Tercera idea: reivindicar la palabra y su fuerza.
Recuperar el poder del discurso y que éste sea breve, destacando las ideas básicas ... ("éstas deberían poder ser definidas en un SMS").
Es muy difícil romper prejuicios, rumores, "bulos", etc.
Por eso es clave acertar en las palabras adecuadas en cada discurso y en cada instante.
La política necesita recuperar la fuerza de las palabras, hay que trabajar la 'poesía política'.
En este punto Antoni comentó la anécdota del presidente Obama: Preguntó a sus asesores si sólo pudieran contratar a dos tipos de profesionales, ¿cuáles escogerían?
Obama respondió que seleccionaría a un poeta y a un escenógrafo (en contra de lo que se podría pensar: economista, estratega, consultor, etc).
Cuarta idea: Conocer cómo funciona nuestro cerebro.
¿Cómo funcionan las percepciones?, ¿cuál es el mecanismo que activa las neuronas?, ¿podemos 'modular' estas percepciones?
En el mundo empresarial ya hace tiempo que tienen conocimientos en este ámbito y forman parte de los secretos mejor guardados de las empresas (como por ejemplo el tacto en los productos de la empresa Apple).
De hecho, sólo somos conscientes del 1% de lo que percibimos ... o sea, inconscientemente percibimos muchos inputs!
"La razón nos guía pero las emociones deciden".
Quinta idea: Los tristes no ganan las elecciones.
El pesimismo sólo genera actitudes conservadoras o actitudes autoritarias o bufas sarcásticas, irreverentes, pasotismo, fruto del malestar que hay en la sociedad.
Dicho de otro modo, si se quiere cambiar la situación actual sólo se puede hacer desde una visión optimista.
En este sentido es muy adecuado leer su artículo "Sarcásticos, irreverentes, bufo".
También puso el ejemplo de Jón Gnarr, actual alcalde de la capital de Islandia, Reykjavík, un hombre que llegó a ser alcalde gracias a una campaña basada en la burla, en el sarcasmo y dejando claro que cuando gobernase no haría nada de lo indicado en su programa.
Por otro lado, el cuerpo también habla mucho, a menudo más que las palabras.
Y de las diferentes partes del cuerpo, el rostro es clave y, detallando más, especialmente los ojos y la boca.
No en vano, en pocos segundos - 6, 7 segundos - nos jugamos la empatía, por tanto, la comunicación no verbal también es muy importante.
En el turno de preguntas y comentarios se habló de la propaganda en el régimen nazi, Antoni cree que ahora la sociedad es mucho más crítica y conocedora y, por tanto, es más difícil engañarla.
Además, la animadversión a los políticos no merma el interés por los aspectos colectivos, interés para mejorar la sociedad por parte de la ciudadanía.
También se habló de liderazgo, de qué líderes políticos necesitamos, líderes que acompañen, líderes cercanos, que dediquen tiempo para estar con su ciudadanía, que la escuchen, que la entiendan.
Y especialmente líderes que piensen, digan y hagan lo mismo, es decir, que sean coherentes.
Se habló de la velocidad de los sucesos, los cambios actuales tienen un ritmo vertiginoso.
Antoni puso un símil muy adecuado: el tsunami.
En el caso del tsunami que arrasó las costas del Océano Índico, comentó que cuando el mar se retiró la mayoría de los turistas (y de los autóctonos) en lugar de refugiarse fueron a hacer fotos y a esperar la gran ola para ser los primeros en captarla en su cámara fotográfica o de vídeo.
Hace tiempo que se nos está advirtiendo la situación actual, hemos tenido muchas señales de alerta, pero no espabilamos... Necesitamos una renovación profunda de la comunicación política.
También se ha hablado de la necesidad de que la comunicación relacionada con los políticos no estén controlada por los partidos, que sea la propia sociedad quien la haga.
La corrupción también ha aparecido en el debate, un titular ha sido este: "Vamos hacia una sociedad donde los secretos no serán posibles y donde habrá mucha más auditoría". Los procesos de apertura de datos que algunos gobiernos ya están implantando ayudarán mucho a lograr este objetivo de la transparencia total.
Y, como es habitual, algunos presentes intentaron poner en el mismo saco a todos los políticos... :(
Yo también soy de los que dicen que la inmensa mayoría de los políticos son gente honrada que trabaja por el bien de la sociedad.
Resumiendo: una clase magistral de Antoni sobre hacia dónde debe ir la comunicación política.
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